En el universo de este juego, una especie de parásitos se dedican a corromper a los animalillos que pueblan el planeta y a absorber la vitalidad del mundo. Nosotros controlaremos a Tane, una semilla que parece ser el último ser vivo que ha sobrevivido a este ataque, y deberemos ir purificando la naturaleza para salvar el planeta. El juego en sí mezcla plataformeo al más puro estilo Super Mario Galaxy con puzles ambientales que deberemos resolver para desbloquear caminos que nos permitan avanzar, todo esto sin prácticamente hacer uso de la violencia. La principal mecánica que utilizaremos para lograr nuestro objetivo consiste en controlar y alternar entre diferentes haces de luz (o “colas” según los propios desarrolladores) que va dejando Tane al desplazarse. En función de qué cola utilicemos, nos permitirá interaccionar de diferentes formas con un entorno que, por otra parte, es artísticamente precioso.