Y entonces despiertas. En una habitación oscura, fría y húmeda. Parece una sótano. ¿O es una bodega? No importa. Quizás te dormiste ahí la noche anterior, pero no lo recuerdas. Tienes la cabeza un poco nublada. Y abultada, porque hay algo dentro. Abres la cremallera que tienes en el cogote y sacas un cuaderno.
En la tapa pone “CLeM”. Lo abres y ves que algunas páginas están escritas. Parecen notas acerca de insectos y otros tipos de bichos.
También hay dibujos y unos símbolos que te resultan ligeramente
familiares, pero no logras recordar por qué. Te los quedas mirando. Y entonces la vuelves a oír.